El paisaje montano de las sierras que preceden a las cumbres del Mulhacén es un deleite para la vista.
Sierra Nevada es mucho más que sol y nieve. Es un lugar hermoso y de una biodiversidad riquísima.
Estas plantas carnosas son típicas de la baja montaña donde el clima es frío, pero no de nieves perpetuas. En primavera el clima es muy agradable y la explosíón de vida nos ofrece continuos espectáculos.
La baja montaña de Sierra Nevada es todo un festín delicioso para un amante de la fotografía macro.
El agua del deshielo con la pureza más prístina bulle por un sinfín de rincones regándolo todo de frescor.
Los arroyos entonan una dulce melodía que es acompañada por los tonos más exquisitos de los pajarillos.
Toquemos madera para que este tesoro de la naturaleza sea siempre protegido en su integridad.
La naturaleza siempre se regenera, se renueva y eso nos llena de alegría...
La belleza de la vida luce hasta en los rincones más recónditos, en lo más escondido de esta serranía.
Siempre es un placer reparador del espíritu contemplar de cerca la naturaleza. La naturaleza es salud.
Las peonías abunan por doquier en estos bellos parajes.
Espero, amigos, que os haya gustado el reportaje. Un fuerte abrazo.
