MARM.-El Libro Verde sobre protección de bosques  abre el debate sobre cómo garantizar las funciones forestales ante el  impacto del cambio climático 
La mayor parte de los bosques europeos han experimentado un  crecimiento en volumen maderable y en reservas de carbono. 
La industria forestal primaria da empleo a más de 2 millones de  personas y tiene un volumen de negocio de 300.000 millones de euros. 
El Libro Verde sobre Protección de los Bosques e Información Forestal  en la UE tiene por objetivo abrir un debate para la actualización de la  Estrategia Forestal de la Unión, para que los bosques sigan realizando  sus funciones productivas, socioeconómicas y ambientales. 
Además, el debate abierto por el Libro Verde se centrará también en  cómo modifica el cambio climático las condiciones de la gestión y  protección de los bosques europeos. 
El Libro Verde se ha presentado hoy durante el acto de inauguración  de la Conferencia sobre Protección de Bosques, que se celebra hasta  mañana en Segovia. 
El objeto de la Conferencia sobre Protección de Bosques es analizar  la situación de los bosques europeos, tomando como base de discusión el  Libro Verde sobre Protección de los Bosques e Información Forestal en la  UE, que considera las singularidades y debilidades existentes a nivel  bioregional, como incendios forestales, temporales, avalanchas e  inundaciones. 
El Libro Verde expone la situación de los bosques europeos y su  relevancia global, describe sus características y funciones, señala los  principales problemas de las masas forestales ante el cambio climático,  explica la forma en que esos problemas pueden poner en peligro las  funciones de los bosques, y recoge las herramientas disponibles para  garantizar su protección. 
La Unión Europea alberga el 5% de los bosques del mundo, y las masas  forestales europeas llevan más de 60 años extendiéndose de forma  constante, señala el Libro Verde. Así, la mayor parte de los bosques  europeos han experimentado un crecimiento en volumen maderable y en  reservas de carbono. 
Los bosques europeos ocupan 155 millones de hectáreas, y junto con  otras tierras boscosas que suponen otros 21 millones de hectáreas,  alcanzan el 42% de la superficie terrestre de la UE. 
En cuanto a sus funciones socioeconómicas, alrededor de 350.000  personas trabajan directamente en gestión forestal, mientras que la  industria forestal primaria da empleo a más de 2 millones de personas,  con un volumen de negocio de 300.000 millones de euros. En la  actualidad, el sector forestal proporciona el 8% del valor añadido total  de la industria manufacturera. 
Respecto a la biodiversidad, los bosques albergan el mayor número de  vertebrados del continente, y los tipos de hábitats forestales  designados lugares Natura 2000 ocupan más de 14 millones de hectáreas,  lo que equivale al 20% de todos los espacios terrestres de la Red Natura  2000. 
El Libro Verde considera que es posible aumentar aún más la  explotación sostenible de la madera en Europa, aunque advierte que es un  desafío y exigirá un mayor esfuerzo en materia de información encontrar  el equilibrio entre la competitividad de las industrias dependientes de  los bosques, la viabilidad económica, el medio ambiente, la  fragmentación de la propiedad y la motivación de los propietarios de  bosques. 
En esta línea, apunta que si se alcanza el objetivo del 20% de cuota  para las energías renovables previsto en el paquete de energía y clima  de la UE, podría aumentarse la demanda total de biomasa de la  agricultura y los bosques. 
Mantener el potencial de un suministro sostenible de madera  requerirá, según el Libro Verde, el desarrollo de nuevas fuentes  internas de madera, mediante extensión de la superficie utilizada para  el cultivo y la tala de árboles; la explotación de madera de fuentes  internas existentes como por ejemplo con un incremento de las  extracciones; aumento de la eficiencia en la producción y utilización de  la madera; y aumento de las importaciones de materias primas de madera.  
Además, el Libro Verde apunta que hay bienes y servicios no madereros  que, en algunas regiones europeas, proporcionan más ingresos que los  que se obtienen por la venta de madera. En este sentido, la Comisión  Europea está considerando métodos innovadores para la valoración de  productos y servicios forestales no mercantiles, como la protección de  la biodiversidad, los usos recreativos, la fijación de carbono y los  servicios de protección de las cuencas hidrográficas. 
El Libro Verde reconoce el papel de los bosques en la protección de  los asentamientos e infraestructuras, en la prevención de la erosión y  la desertificación, en la regulación de los suministros de agua dulce,  en la protección de la biodiversidad, y en la regulación del clima y en  el ciclo de agua en la tierra. 
BOSQUES Y CAMBIO CLIMÁTICO 
En cuanto al papel de los bosques y el cambio climático, el documento  destaca tanto la capacidad de los bosques de absorber CO2 y almacenarlo  en su biomasa y en el suelo, como que la degradación de los bosques, por  descomposición de la biomasa o conversión del suelo forestal en otros  usos, puede convertirlos en emisores de gases de efecto invernadero. 
Según los inventarios forestales nacionales, el crecimiento forestal  es superior a la tala. Los bosques de la UE acumulan carbono y actúan,  hoy por hoy, como sumideros: absorben 0,5 Gt de CO2 al año, frente a las  5 Gt equivalentes de CO2 anuales de emisiones industriales en la UE. 
Los estudios científicos indican que el cambio climático va a tener  como consecuencia un aumento de las sequías, de las temperaturas, y de  la violencia y frecuencia de los vientos, y por tanto habrá más  probabilidades de que se produzcan incendios forestales. 
El Libro Verde cita las prácticas de gestión forestal sostenible que  contribuyen a la protección de los bosques, como la plantación de masas  forestales para intensificar la fijación de carbono y potenciar la  biodiversidad; medidas de prevención de incendios; adaptación de las  especies forestales favoreciendo las variedades arbóreas más idóneas;  explotación y corta sostenibles de la madera; promoción activa de las  variedades que mejor se adapten al clima; preservación de los recursos  genéticos endémicos y selección de los elementos del patrimonio genético  existente mejor adaptados; y prevención en la introducción de nuevas  plagas y enfermedades. 
Finalmente, el Libro Verde recoge los instrumentos de que disponen  los países de la UE en materia de gestión forestal, que incluyen  programas forestales nacionales, normas operativas de silvicultura,  inventarios forestales nacionales, sistemas catastrales, cartografías,  requisitos sobre producción y uso de material de producción, requisitos  de gestión forestal como planes de gestión, planes nacionales de acción  en el marco del Convenio de Diversidad Biológica o de la Convención de  Lucha contra la Desertificación, regímenes de apoyo a propietarios  particulares de bosques y sus asociaciones, incentivos para reducir la  fragmentación de la propiedad, regímenes de permisos que supeditan la  tala a la autorización de las autoridades competentes y restricciones a  la conversión de terrenos forestales para otros usos.